En pasadas semanas un par de agentes de la critica del arte
contemporáneo pusieron sus ojos sobre el caso Kurizambuto; una pagina en
Facebook con presencia en otras redes sociales dedicada a la diatriba del arte
contemporáneo. Lo cual dio lugar a un episodio
más de la delirante autorreferencialidad del discurso sobre el arte
contemporáneo.
La batalla teórica
En esta esquina JavierToscano, el cual defiende a Kurizambutto como “una fachada lúdica desde la cual
generar un número de comentarios a veces evidentes, a veces ácidos, siempre
humorísticos”. En la esquina contraria tenemos al Comité Invisible Jaltenco el
cual repudia a Kurizambutto por que “su
parodia sin principios críticos es burla superficial, carecen de criterios de
evaluación y de postura (¡ni se hable aquí de una política!)” . El primer golpe
lo lanza Toscano en un articulo con una defensa del desmadre de los insolencias
interneteras lanzadas desde el anonimato; anonimato como medio válido de eludir
las represalias en un sistema artístico donde existen límites de lo expresable
(¡ el medio artístico tiene censura y autocesura, no lo puedo creer!) los límites son descritos con los casos de
los artistas Artemio, el cual se autocensuró alguna vez de ponerse a replicar
en masa obras de otros artistas y el caso de Miguel Ventura con las piezas en
la exposición Cantos Cívicos y los
videos Nilcstac y Mexican War Fair. El contraataque de los Jaltenco viene con una critica a las
interpretaciones de Toscano de sus ejemplos con sutilezas como las de que
Toscano no entiende el Umfunktionierung bretchiano o el concepto de
constelación benjaminiano en la obra de Ventura. En fin, el invisible comité somete
a revisión ejemplos y argumentación para concluir que Toscano no está a la
altura de una verdadera crítica directa del mundo del arte y Kurizambutto
tampoco.
Lo que es de verdad
intrigante es tal despliegue crítico para situar a Kurizambutto en el panorama
de artistas contemporáneos o ante Duchamp y Rauschenberg, antes de leer a
Kurizmabutto en su práctica concreta de trolero de intenet. Los ejemplos son
todos intervenciones dentro del campo del arte contemporáneo, los cuales son
usados para establecer la capacidad crítica o la incapacidad crítica desplegada
por Kurizambutto. Pero quizás, sólo quizás, estemos ante el caso de que el
crítico convierte en arte lo que toca y como en la maldición del rey Midas esto
no permite que el teórico pueda en realidad saborear su objeto de atención;
antes de morderlo ya lo convirtió en oro.
El rey del troleo
La pagina de
Kurizambutto se dedica al troleo: al arte de provocar, molestar, agredir e
insultar. El trol actúa con el mismo espíritu de quien escribe en el muro de un
baño público “Guillermo es puto”. Así nomás, a ojo de buen cubero, les puedo
decir que el 99% de los escritos en baños públicos son anónimos y que declaraciones
de que a “Luis le gusta la verga” o “me cogí a Avelina” no están firmados por
personaje reconocible alguno, y si alguna firma existe son identidades como las
de “El mas chingón” o “tu papasote”. Internet tiene espacios que actúan en este
sentido de baño público, allí donde se pueda crear un nombre de usuario
cualquiera sin la necesidad de una identificación personal llegara alguien a
escribir “La Kurimanzuto me la pela”. Pretender extender a sentidos heroicos el
anonimato del trolero es absurdo, comparten sólo la característica del
anonimato con el disidente perseguido o con el artista en procesos de
cuestionamiento de la autoría.
Regresemos al muro
del baño; después de que alguien escribe “Guillermo es puto” vendrán otros a
poner debajo “Si es bien puto” “puto el que lo escribió” “puto el que lo lea” y
así con el oscuro placer de manifestar lo socialmente no aceptable en un
instante de escritura que formaliza la enunciación del insulto este adquiere
continuidad en el tiempo y una existencia formal. Guillermo, el aludido como
puto, querrá borrar el insulto si le es posible. Lo peor que puede hacer
Guillermo es escribir “No soy puto/ atentamente: Guillermo”. Pero qué demonios
le interesa a Guillermo que le digan puto desde el anonimato de un baño
público, pues si le interesa y borra el insulto. Entonces vendrá lo interesante;
una batalla de pintar y borrar. La tensión existente entre la escritura y el
borrado crea la verdadera atención en este drama del insulto escrito. Vendrá el
“donde sepa quién eres te romperé la madre”. Guillermo interactúa con un
personaje construido en su imaginación a partir de los pocos enunciados de la
pared, un personaje a vencer que le responderá “no me la partes porque eres
bien putote” y en estas vueltas del diálogo sostenido por escrito el anonimato
se transforma en una afrenta más, ante la imposibilidad de demostrar que “yo si
te la rompo porque el puto eres tú”.
Kurizambutto con
una pagina de Facebook convertido en su personal y controlado baño público se
dedica precisamente a molestar e insultar a personajes del mundo del arte. Internet
le da ventajas pues en su página, en su pequeño mundo, el creador del sitio
borra lo que quiere, suplanta el discurso del otro, le atribuye reclamos, juega
entre falsos perfiles y perfiles auténticos. Establece confrontaciones donde
irrita y provoca; cada confrontación provoca atención y seguidores. Todo es un
simulacro de una batalla, donde Kurizambutto crea imaginariamente a hordas de
“perritas” que lo atacan, complots en su contra y llamados a los fieles.
Kurizambutto ya logró el objetivo de ser el personaje que te contesta “no me la
partes porque eres bien putote” y la gente se involucra a nivel emotivo con el
miserable que no da la cara; el personaje ya es aplaudido y atacado. Funciona a
un nivel básico de la diatriba, con comentarios que cualquier ebrio en una
inauguración dice ante alguna obra con mayor o menor gracia. En el caso de
Kurizambutto siempre es la gracia menor.
Kurizzambuto ha
logrado crear la sensación de la confrontación entre lo escrito y lo borrado,
apela una y otra vez a los ataques reales o ficticios a la página, como
presentación narra que “Kurizambutto surge como una galería que expone
contenido artístico libre en respuesta a la censura de nuestro artista Grabiel
Orozco” vayan ustedes a saber si esto sucedió en verdad o no; pero lo
importante es esta narrativa dentro de la cual sucedió el acto del borrado. La
operación crea un síntoma a leer; en la narrativa del borrado de insultos
dirigidos al arte contemporáneo existe un numero relativamente alto de público
atento al insulto y su existencia.
Pensemos en cifras
del fenómenos del troleo internetero. Una discusión en twitter sobre si JustinBieber es lesbiana o no, sólo por poner un ejemplo, levanta millones de participaciones
alrededor del mundo, con hordas de troles molestando a las seguidoras de
Bieber, Y las “believers” tratan de borrar el insulto a su ídolo y a su
vez insultan a los “Haters” y así con
nombres definidos para cada bando crean una espiral creciente de insultos que
cualquier fin de semana está en los Trending Topics de Twitter. En un contexto
local sólo una de las múltiples cuentas que ganaron fama por difundir chistes
presentando a la cantante Ninel Conde como una idiota tiene mas de cincuenta y cuatro
mil seguidores.
Una sola cuenta dedicada a una artista
pop cualquiera tiene veinte veces más seguidores que Kurizambutto, el rey del
troleo en el arte contemporáneo. Existen terrenos mucho más fértiles y con
energías inmensas moviéndose en los terrenos del troleo en internet con actores e inmensas comunidades dedicadas a el
arte de la provocación y el insulto. Kurizambutto es apenas una aplicación de
estas dinámicas troleras en el ámbito del arte contemporáneo mexicano. Y bueno
dos mil quinientos seguidores son un síntoma de una veta inexplorada de partidarios
de la visibilidad del insulto. Pero de eso a la existencia de una operación
crítica sobre el arte contemporáneo creo que existe mucha distancia, a menos
que la tensión entre la enunciación y el borrado del inulto sea dicha operación
presuntamente critica. Kurizambutto es una muestra del descontrolado rencor
presente alrededor del arte contemporáneo. Kurizambutto es la tardía llegada de
especificas estrategias de troleo a el área del arte contemporáneo mexicano. En
Kuramasputo reformulamos la pregunta de si el troleo es una operación crítica
dentro del campo del arte.
http://comiteinvisiblejaltenco.blogspot.mx/2013/05/el-texto-abierto-o-disculpa-publica.html
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